¿Y qué pasó con mi vídeo?

Hace unos días recibí un mensaje desde Zaragoza en el que me reclamaban un vídeo que hice para una boda allí hace unos años. El mensaje era de Susana, y el vídeo en cuestión es uno sorpresa que hice para proyectarlo el día de su celebración.

Esta semana, creo que ayer, o el martes (no sé ni en qué día vivo), me puse a buscarlo en el ordenador. Porque estar, sabía que tenía que estar, pero el dónde era lo complicado.

Después de una larga labor de investigación, conseguí encontrarlo y se lo envié.

En la carpeta, no sólo estaba el vídeo final que se proyectó el día de la boda (y que nos hizo llorar bastante a todos). Sino que también se encontraban todos los pedacitos de vídeos que me enviaron familia y amigos para realizarlo. Y por supuesto, estaban los que yo había grabado incluídas las tomas falsas. La cuestión es que agregué toda la carpeta de vídeos a wetransfer y fueron todos rumbo Zaragoza.

Efectivamente, antes de enviarlo, volví a verlo y no pude dejar de echar una lagrimilla recordando…

Eso es, recordando, sencillamente.

A raíz de encontrar ese vídeo y puesto que andaba enredando en el ordenador, de repente me empezaron a aparecer vídeos que había realizado anterior y posteriormente a este. Para la boda de mi cuñado, para la postboda de mi cuñado. La otra boda en Gijón, el cumpleaños de mi hermana, el cumpleaños de Juanjo, vídeos de exposiciones. Y un largo etc.

Etc.

Etc.

Etc.

Y yo me pregunto:

¿Dónde coño está mi vídeo?

Cabrones, ¿por qué yo no tengo uno?

¿Tan malo he sido que no merezco uno?

Sí.

¿Dónde está?

Porque aún lo estoy esperando. Ya os vale eh, con lo que yo os quiero y os hago cosicas para que lo paséis bien y lloréis y os riáis.

¿Y el mío?

¡Que yo tambíen me casé y no tuve un vídeo para llorar! ¡Quiero mi vídeo! Ya se que en mi boda os juntasteis todos y cantasteis y fue muy emocionante. Una cosa no quita la otra. Pero ¡y mi vídeo!

Ni un carta, ni un mensaje, ni un teléfono (esto sólo lo entenderán algunos, jejeje) 

Se ha debido perder en la biblioteca de pensamientos a realizar, o en el archivador de cosas para hacer que nunca se hicieron. O en el quiero y no puedo porque no hay manera de organizarlo. 

Sé que es complicado hacerlo. Lo sé, porque me he encargado de muchos. Sé que la gente no manda lo que les pides hasta última hora y ya estás de los nervios. Sé que mucha gente al final no te hace caso y te tienes que apañar con lo que tienes para que te quede una cosa más o menos mona, pero lacrimógena. 

Pero querer es poder.

Y si yo lo he hecho, ¿por qué no vais a poder hacer uno los demás? Que al final me voy a cabrear.

Un vídeo bonito, de esos con canciones de fondo que marcan y ponen la piel de gallinita. Con risas y lágrimas, fotos y apariciones estelares. Un vídeo como dios manda, coña ya. 

 Ya os vale gente de mi alrededor eh. Aunque aún tengo la esperanza de que con esta indirecta que os estoy echando, igual lo pilláis y algún año de estos pueda tener por fin mi vídeo. Yo no pierdo la esperanza, porque la esperanza es lo último que se pierde, y como no quiero perder esa esperanza, esperaré esperanzado a que llegue el momento de decirme: ¡ves, como no tenías que perder la esperanza!

Yo.

Esperanzado. 

 

 

 

 

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